Principales tipos de adaptaciones 

Adaptaciones fisiológicas

Estas adaptaciones permiten mejorar el funcionamiento Interno del organismo, particularmente, en ambientes difíciles. Por ejemplo, la rata canguro puede hacer uso del agua derivada de la degradación de los alimentos, para subsistir en ambientes desérticos sin necesidad de beber agua. En las plantas, este tipo de adaptaciones es más común, pues, debido a su inmovilidad, son incapaces de “escapar de las condiciones estresoras” de su ambiente.
Las especies deciduas, por ejemplo, cambian su metabolismo, lo que les permite evadir los efectos de las estaciones de menos luz solar, a través de la pérdida de sus hojas, pues la mantención de estructuras siempre tiene un costo asociado. Otra adaptación interesante, que permite a algunas plantas enfrentar ambientes desérticos, es la de algunas especies, como las cactáceas, que abren sus estomas para capturar o fijar el C02 necesario para la fotosíntesis, solo durante la noche, manteniéndolos cerrados durante el día, con lo que hacen más eficiente el uso del agua.

Adaptaciones del comportamiento

Este tipo de adaptaciones son más frecuentes entre los animales. Por ejemplo, organismos de algunas especies que habitan en regiones desérticas pasan la mayor parte del día ocultos en sus madrigueras o refugios y buscan alimento solo durante la noche, con lo que reducen la pérdida de agua corporal. Semejante conducta se presenta en otras especies, pero con diferente función.
Algunos roedores, por ejemplo, buscan alimento en la noche o en el crepúsculo, cuando el riesgo de ser depredados es menor; las lagartijas regulan la temperatura de su cuerpo moviéndose entre su refugio y los lugares de exposición directa al sol

Adaptaciones morfo-funcionales

En los animales, la diversidad de estas adaptaciones es grande y pueden relacionarse con los mecanismos que permiten tolerar las condiciones del medio, las formas de obtener alimento, los modos de locomoción o con la
reproducción.
En los animales, por ejemplo, en las focas y lobos de mar, la gruesa capa de grasa subcutánea que poseen es una adaptación que los protege de las frías aguas polares. En los insectos, las piezas que componen el aparato
bucal son básicamente las mismas, sin embargo, se han modificado dando origen a una variedad de “formas” bucales, relacionadas con el tipo de alimentación de los diferentes grupos de insectos.
 En los vegetales, el tamaño reducido de las hojas de algunas especies de plantas, con estomas restringidos en número y disposición, es una adaptación estrechamente relacionada con minimizar la pérdida de agua en ambientes desérticos, como el caso del tamarugo.
Las plantas con grandes hojas, como algunas especies de helechos y las nalcas, están asociadas a ambientes con poca luz, como se da en el piso de los bosques o pequeños claros, donde tener hojas de gran tamaño ayuda a capturar los escasos rayos de luz que se filtran a través del follaje arbustivo. Sin embargo, las adaptaciones morfológicas más significativas se pueden observar en las flores.

Adaptaciones morfológicas de color y forma

Camuflaje

Involucra las semejanzas o imitaciones de algún rasgo del ambiente u objetos que rodean a los individuos, y puede incluir la forma, el color y los patrones del ambiente. Ejemplos de este tipo de adaptación existen en insectos como la mantis, en peces como el lenguado, en reptiles como las lagartijas y en mamíferos como los osos polares.

Mimetismo

Se refiere al parecido entre organismos de especies diferentes, los cuales habitan en la misma área. Este tipo de mimetismo está estrechamente asociado con las “coloraciones de advertencia” que poseen algunas especies venenosas, de mal sabor u olor, para sus depredadores.


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